Composiciones diseñadas para cada centro energético, con instrumentos musicales de gran poder vibratorio: tambor chamánico, hang drum, flautas, cuencos, didjeridoo y voces, que aportan los beneficios de la Terapia del Sonido.
Es una meditación dinámica que involucra la presencia activa de los participantes, realizando diferentes movimientos corporales y respiratorios para cada chakra. Dentro del desarrollo de los 7 chakras se puede incluir el trabajo focalizado en un centro energético concreto, dándole más énfasis y tiempo a ese chakra y profundizar así en su desbloqueo.
Calma la mente, facilita la disolución de bloqueos y deja al cuerpo en un estado de serena presencia con una cálida sensación de unidad e integración con el entorno.
Su duración oscila entre un mínimo de 45 minutos y un máximo de 2 horas; precisa un espacio cerrado para cuidar la cualidad del sonido aunque también puede darse en un exterior tranquilo y silencioso.
Es una actividad llevada por Elena Teixidor y otro músico acompañante.
Es ideal para retiros, días de silencio, eventos privados y sanaciones grupales.